Toño BlázquezBuenos días.
Pocos saben que en Salamanca existe la que es considerada la segunda Peña Taurina más antigua de España de los tiempos modernos. La Peña taurina Salmantina se fundó en nuestra ciudad en 1948 y uno de los primeros y más longevos presidentes fue D. Primitivo Sánchez Laso, cuyo padre trabajó en el mundo textil y por eso le llamaban Pedro Paños. La historia de Pedro Paños es relevante porque apoderó a Manuel Granero, un matador de toros valenciano que tocaba el violín y que en su momento fue considerado sustituto perfecto del gran Joselito el Gallo, tal fue la categoría taurina que llegó a adquirir este diestro que murió muy joven en la vieja plaza de toros de Madrid, en 1922, una aciaga tarde en la que un toro del Duque de Veragua llamado Pocapena le infirió una tremenda cornada en la cara.
La Peña Taurina Salmantina tuvo años de mucha relevancia social y en sus actos de homenaje a profesionales del mundo taurino acudían lo más granado de la sociedad salmantina, incluidas autoridades civiles y militares, como correspondía a aquellos eventos de la época, de peculiar boato. Fue pionera en muchas cosas, entre otras en organizar novilladas económicas para los chicos que empezaban y fue la primera que instituyó un premio al triunfador de la Feria charra.
Los tiempos fueron adelgazando su fortaleza. Hoy unos pocos socios luchamos con ilusión para que no desaparezca.
Nuevos aficionados a la Tauromaquia bajo la presidencia del prestigioso podólogo Bernardino Basas. Aparecen vientos frescos y esperanzadores en el horizonte de esta entidad que ha forjado la historia de la afición a los toros en Salamanca.
