Arrancamos temporada con el corazón en la tierra de nuestros pueblos, donde los jornaleros madrugan antes que el sol y las escobas barren la calle como un ritual sagrado. Los que vivimos en los pueblos, somos los guardianes de este paisaje, los que lo cuidamos con callos en las manos y amor en el alma. Sin nosotros, la España vaciada sería un desierto.
Pero hoy toca hablar del fuego que ha arrasado Castilla y León, con Zamora y León llorando 127.000 hectáreas quemadas. Incendios que duelen como puñales. ¿Y dónde estaba el Gobierno de Pedro Sánchez? Acordándose de Santa Bárbara cuando truena, claro. ¿Política ecologista? Más bien disparate, cortesía de Teresa Ribera, que con sus normas absurdas impide desbrozar los montes. ¡Qué asuman responsabilidades! Los verdaderos ecologistas somos nosotros: ganaderos, agricultores, los que vivimos aquí y evitamos que el campo sea un polvorín.
A la administración: dejad de ponernos trabas. Facilitad que nos quedemos, porque la ciudad ya tienta bastante. Gracias a los que resistís en los pueblos.





