Javier PintoLa presencia de Peñaranda en el Grand Prix, es la excusa ideal para hablar de lo importante que es aprovechar las oportunidades que aparecen en nuestras vidas.
El programa nos brindó la ocasión a 35 chicos y chicas de participar en una de sus grabaciones para competir contra el pueblo de Herencia. 35 personas que tuvimos que decidir si merecía la pena el esfuerzo de participar en la competición.
Vivimos rodeados de ocasiones en las que debemos decidir si el objetivo (participar en el Grand Prix) compensa el esfuerzo. ¿Merece la pena el esfuerzo de conseguir ser seleccionado?, ¿Merece la pena gastar días de vacaciones para la grabación?, ¿Merece la pena superar la vergüenza de que te vean todos tus conocidos y muchos desconocidos llevarte algún que otro revolcón disfrazado? o lo que para muchos (entre los que me incluyo) fue lo más difícil, ¿Merece la pena madrugar? Madrugar, para pasar 12 horas seguidas en el estudio de grabación.
Después de la emisión puedo afirmar que todo eso mereció la pena. Formar parte del equipo fue un auténtico privilegio. No solo por la experiencia televisiva, también por compartir con vecinos de toda la vida la lucha por un objetivo común. Nos permitió disfrutar, dar lo mejor de nosotros y llevar con orgullo el nombre de Peñaranda. La idea siempre fue luchar por la victoria, aunque en esta ocasión no fue posible.
Aunque en este caso solo hablamos de participar en un programa de entretenimiento, esta situación se puede aplicar a muchos momentos de la vida. Es posible que durante mucho tiempo nadie tenga ocasión de vivir lo que nosotros hemos vivido, solo 35 personas pueden decir que formaron parte de este viaje y esto sirve como ejemplo de que el esfuerzo merece la pena.
Rara vez las oportunidades se presentan en el momento óptimo, siempre requieren esfuerzo y sacrificio, pero la mayoría de veces, como en este caso, el simple proceso deja recuerdos y experiencias para recordar toda la vida.
Javier Pinto Bruno
