Al cielo con ellas

Nos encontramos en pleno siglo XXI y todavía seguimos escuchando expresiones como, “Yo no soy racista para nada, pero…” o “Yo no soy machista para nada, pero…”. Un “pero”, tras el que se esconden los pensamientos reales de quienes intentan disimular que verdaderamente son aquello que dicen no ser.  Y es que en luchas como estas no hay cabida para ningún “pero”. 

Frente a lo sucedido en estos últimos días, como mujer y como costalera, siento una gran tristeza al ver que toda nuestra lucha nunca es suficiente y desde aquí, quiero darle voz a todas aquellas costaleras y hermanas de carga, que con su esfuerzo, que no es menor que el de ningún hombre, hacen que todo sea posible. Cuando cargamos, no solo llevamos encima el peso de una imagen llevamos, una historia, un sentimiento, una Fe y un motivo, el cual nos ayuda a superarnos a nosotras mismas y darlo todo por aquello que queremos. Dando por válida la afirmación de que la fuerza es necesaria para cargar un paso, creo que la fuerza es una cualidad de la cual, las mujeres no están exentas por ser mujeres, ni los hombres dotados por ser hombres.

A día de hoy, hay personas que se sorprenden porque las mujeres sigamos luchando, cuando se supone que ya tenemos todo, pero no es así, ya que una vez más se nos ha dejado como personas inferiores y nos han humillado… y mientras esto siga siendo así, nosotras seguiremos luchando. Porque para no ser machista, no solo basta con decirlo delante de un “pero”, ya que realmente el machismo, tan solo desaparecerá el día que esta palabra ni siquiera exista. 

Creo que tras esta polémica, son muchos los aspectos que han de tenerse en cuenta si se pretende mejorar, ya que no solo es la fuerza física la que saca adelante una procesión, deben influir otros factores, como la inteligencia y la organización. Tras esta Semana Santa tan anómala y que ha finalizado con esta gran polémica, que tanto daño nos ha hecho a las mujeres, debe valorarse más a todos aquellos que con su Fe y su esfuerzo, mantienen viva la llama de los cirios que iluminan las calles de nuestro pueblo cada año.

Queridas compañeras, no dejemos que ningún hombre nos haga sentir inferiores, demostremos a todos de lo que somos capaces, porque juntas no solo levantamos un paso, sino que levantamos el mundo. 

GRACIAS A TODAS POR HACER QUE TODO ESTO SEA POSIBLE.