Manos Unidas

«El sentido de comunidad fue palpable, y cada persona se marchó con la satisfacción de haber aportado su granito de arena en una causa noble, la lucha contra el hambre»
27 de febrero de 2025 - 1:55 pm

Peñaranda de Bracamonte se convirtió ayer en el escenario de una hermosa y solidaria jornada organizada por Manos Unidas, en el marco de su campaña contra el hambre en el mundo, bajo el lema “Compartir es nuestra mayor riqueza”.  La comunidad peñarandina se unió para hacer frente a una de las problemáticas más urgentes de nuestro tiempo: el hambre, pero no solo hambre de pan, que también, sino hambre de cultura, y, sobre todo, hambre de Dios.

Hubo ambiente de entusiasmo y colaboración, sobre todo en los centros educativos. Muchos voluntarios se reunieron luego en la plaza, donde se improvisaron mesas para celebrar la «Operación Empanada». Este evento no solo buscaba conseguir fondos, sino también concienciar sobre la importancia de la solidaridad y el compromiso social. Y el objetivo se cumplió con creces.

Las empanadas, elaboradas con cariño y dedicación, se convirtieron este año en el símbolo de la jornada. Cada bocado no solo fue un delicioso manjar, sino también un acto de generosidad. Las conversaciones llenaban el aire mientras los asistentes disfrutaban de la comida, compartiendo historias y experiencias que fortalecían los lazos comunitarios.

El hambre no solo se mide en alimentos, sino también en oportunidades y conocimientos. La cultura es un pilar fundamental en la lucha contra la pobreza, y es necesario contribuir no solo con tiempo, dinero y recursos, que también, sino con creatividad y talento.

La jornada de ayer culminó con un emotivo acto de agradecimiento, en el que  se reconoció el esfuerzo de todos los involucrados. El sentido de comunidad fue palpable, y cada persona se marchó con la satisfacción de haber aportado su granito de arena en una causa noble, la lucha contra el hambre.

La campaña de Manos Unidas en Peñaranda de Bracamonte no solo persigue el éxito en términos de recaudación, sino que también deja una huella profunda en los corazones de quienes participan. Se tiene presente que, en un mundo donde el hambre sigue siendo un problema para muchos, la solidaridad y el compartir son, sin duda, nuestras mayores riquezas.

¡Bueno, ala, hasta otro día!.                                                        Higinio Orgaz

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