Mucho se habla estos días de León, pero tenemos que recordar también a Leónidas, ese rey espartano que en las Termópilas impidió el paso y la conquista de Europa, al menos en la parte correspondiente a Grecia, a Jerjes y todos sus ejércitos todopoderosos.
En esa película épica que ha supuesto la popularización del personaje y el rescate histórico del momento, me suena y resuena que León y Leónidas van a tener ciertos paralelismos.
Un puñado de fieles entrenados frente a toda la jauría de desentrenados.
Entrenados en el alma, en el espíritu y en la mente.
Porque en las próximas batallas, las futuras batallas, van a ser mentales, no tantos racionales, como espirituales.
Y ahí León y sus fieles, serán como Leonidas y sus 300 acabarán en el martirio pero salvarán su mundo.
Un presagio.
Elegido bajo en augurio de la familia de gaviotas…
Pero de eso hablaremos otro día.
Julio de la Torre
