«La naturaleza es una muy buena fuente de la que beber»

Hola, Miguel

Para aprender es necesario, entre otras cosas, observar. Los sentidos son una buena herramienta para recibir información del exterior. Y el ser humano tiene mucho que observar a su alrededor.

Porque la naturaleza es una muy buena fuente de la que beber. En la naturaleza se dan procesos que pueden servir al ser humano a vivir mejor, más acorde con lo que es.

Llega el otoño y los caducifolios árboles empiezan a ralentizar su vida. A cambio, nos ofrecen paisajes multicolores que son tan únicos como efímeros. Lo hacen, no por generosidad visual para con los demás seres vivos, si no porque saben adaptarse a la realidad que los rodea. Con el invierno, necesitan ahorrar energías.

A partir de primavera, sacarán toda su vitalidad para volver a brillar, a dar fruto, a mostrar grandes hojas verdes resplandecientes.

El ser humano, igual que los árboles, debe aprender a frenar, a vivir humildemente en silencio y esperar a que el entorno sea adecuado. O a callar para poder escuchar. Igualmente, también necesita, en ciertos momentos, sacar todo lo que lleva dentro, ofrecer lo que mejor de sí a los demás, y a sí mismo.

Miguel, aprovechemos estos días para disfrutar de los ocres, anaranjados y amarronados árboles; mientras pensamos en qué nos toca parar, qué nos toca aprender y en qué nos toca invertir nuestra energía.

Manu Albarrán