«El Corpus Christi en Peñaranda no es solo una fiesta religiosa: ha sido y debe seguir siendo un rito de identidad colectiva»

Higinio Orgaz Díaz reflexiona en la firma invitada del día sobre la celebración del Corpus Christi
19 de junio de 2025 - 1:55 pm

En el corazón de Castilla, donde las campanas aún marcan el ritmo de la vida cotidiana, el Corpus Christi sigue siendo una celebración que congrega, bajo el signo de la tradición y la devoción. Este próximo domingo Peñaranda se vestirá de gala para honrar el cuerpo de Cristo con solemnidad, arte popular y un profundo sentido comunitario.

Desde las primeras horas de la mañana, el silencio habitual de las calles será roto por el trasiego de vecinos. Los balcones se habrán engalanado con banderas y colchas bordadas, y algunas ventanas, con mantones de Manila que parecían esperar esta fecha desde el invierno. El tomillo alfombrará las calles del recorrido de la procesión,  del Carmen, Nuestra Señora y Elisa Muñoz, con parada en la Puerta del Sol. 

La misa mayor, a la que asistirán las autoridades locales, tendrá lugar en la iglesia parroquial, una construcción de piedra berroqueña que se llenará hasta los rincones, y en la que, en otras épocas, los acordes del órgano antiguo acompañaron el canto del «Pange Lingua». Los niños que acaban de hacer su primera comunión, vestidos de blanco, serán los encargados de abrir luego el cortejo.

Cuando el sacerdote salga con la custodia, en su pequeña carroza escoltada por devotos, el pueblo entero se pondrá en marcha. Las campanas doblarán con fuerza, y los cofrades y adoradores portarán estandartes y faroles que chispearán bajo el sol. El paso de la custodia bendecirá las calles y plazas de Peñaranda, hasta el altar de la Puerta del Sol. Una lluvia de pétalos caerá desde los balcones altos, lanzados por mujeres que cumplen gustosas con este bonito gesto.

Durante el desfile, organizado por la Hermandad de Cofradías, se ofrecerán cánticos y plegarias, mientras el incienso elevará columnas azules hacia el cielo despejado, entre banderas y estandartes. A medida que el sol ascienda, los reflejos dorados de la custodia harán brillar los rostros de los asistentes, como si la fe misma iluminara la escena. Al finalizar, la plaza mayor acogerá los saludos y conversaciones de los que siempre se encuentran en esta celebración. 

El Corpus Christi en Peñaranda no es solo una fiesta religiosa: ha sido y debe seguir siendo un rito de identidad colectiva. Aquí, la fe se funde con la tierra, la memoria y el arte popular. Es, en definitiva, una manera de decir que Castilla aún guarda, en el rumor de sus pueblos, una historia viva que florece, al menos una vez al año, entre incienso y oraciones.

Bueno, ála, hasta otro día.                                                      Higinio Orgaz

Higinio Orgaz Diaz

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