Elena Rodriguez MartinAyer comenzó el Adviento, y aunque probablemente en todas las casas haya un calendario de chocolatinas o de cualquier otro producto, puede ser que hayamos olvidado el verdadero significado que tiene este tiempo. Y es que, cada una de esas ventanitas que se abren representan la espera, una espera en la que debemos centrarnos en todo aquello que verdaderamente importa. El Adviento es un periodo de tiempo marcado por la Fé, la esperanza y la caridad, y en una época en la que todo parece acelerase cada vez más, el Adviento llega para frenarnos, activar todos nuestros sentidos y enseñarnos a ser pacientes.
Es momento de reflexionar, de mirar a nuestro alrededor, de escuchar e interpretar lo que este nos dice, abrir nuestros corazones y tender nuestras manos a todos aquellos que más lo necesitan. Además, debemos aprender a agradecer y valorar más todo lo que sí tenemos porque puede ser que algún día se vaya y no hay que esperar a que las cosas falten para aprender a valorarlas.
Hoy invito a todos a reflexionar, a escuchar a los demás y a cultivar el sentido de valorar. Aprovechar estos días para obrar con el corazón dejando a un lado los prejuicios, y que tanto los que viven esperando la llegada del Señor, como los que esperan simplemente la llegada de la Navidad, unan sus manos para aportar una pizca de luz a una sociedad que parece estar cada vez más oscura.
Elena Rodríguez Martín
