Elena RodríguezComenzamos hoy una nueva semana, volvemos a nuestra rutina y probablemente a estas horas ya hayamos visto u oído en titulares la palabra “guerra”, y es que ver noticias sobre bombardeos, tristemente parece haberse convertido en algo habitual. El otro día, una imagen de una mujer sosteniendo a su hija muerta en brazos, llegó a los ojos de muchas personas, un instante que la cámara del fotoperiodista Mohamed Salem captó hace unos meses y que ha sido nombrada foto del año por el World Press Photo. En la imagen no se ven caras, ni siquiera se ve a la pequeña muerta, tan solo una pobre madre que con la cabeza agachada abraza con fuerza a aquella a la que ella dio vida y que ahora la guerra se la ha arrebatado.
Por suerte, ser simples espectadores de todo lo que sucede en otras partes del mundo es algo bastante simple, tan solo contemplas y probablemente te lamentes de lo que ven tus ojos u oyen tus oídos. Puede ser que hayamos normalizado ver imágenes de cadáveres, de impactos de bombas o de ciudades devastadas, pero a veces no nos damos cuenta de que aquello que nosotros vemos en una imagen y tras haberla visto podemos volver con normalidad a nuestra vida, es el día a día de muchas personas que se han acostumbrado a pasear por calles de las que tan solo quedan escombros.
