Templanza

«Hoy todos percibimos como la opinión pública se divide en dos extremos opuestos. Esta polarización es un verdadero impedimento para el diálogo y la reconciliación»
29 de febrero de 2024 - 1:52 pm

Los miembros de la Iglesia solemos poner excesivo énfasis en los pecados y pasar de largo sobre las virtudes. En mi opinión hay una virtud cardinal que en el momento actual no deberíamos pasar por alto. Me refiero a la templanza. Platón explica cómo cada persona puede lograr la templanza dejando que la razón anule los deseos. Es decir, se trata de la capacidad que tiene toda persona para mantener la calma y el equilibrio en momentos de tensión.

Hoy todos percibimos como la opinión pública se divide en dos extremos opuestos. Esta polarización es un verdadero impedimento para el diálogo y la reconciliación. Este fenómeno nos afecta a todos y no solo daña la relación con el prójimo, también divide las familias, los amigos, las asociaciones y a la misma Iglesia. Cuando una persona se posiciona con una ideas determinadas, y no se deja enriquecer por las opiniones de los demás, termina encerrado en un clan que piensa como él, siente como él, y actúa como él; dejándose informar solo por medios que confirman su manera de ser y de pensar.

De esta manera los que están fuera de sus esquemas, se convierten inmediatamente en adversarios y enemigos. No se trata de renunciar a las propias convicciones. Más bien se trata de controlar las opiniones y los impulsos para dejar paso a la moderación. La templanza nos permite mantener un equilibrio necesario para convivir con los demás y ser felices. Las personas que poseen esta virtud son libres y no están atados a las ideas, a los sentimientos a los colores, o a una nacionalidad. Vivir con moderación y huir de los extremos facilita la vida y deja vivir a los demás.

EN DIRECTO

PUBLICIDAD