Seguir con ganas

«Nos hace poco favor a las parroquias identificar el curso académico con la vida de la comunidad parroquial»
26 de septiembre de 2024 - 1:55 pm

Agradezco a COPE Peñaranda la oportunidad que me ofrece como párroco de algunas comunidades para dirigirme una vez más en esta nueva etapa a todos vosotros. Nos hace poco favor a las parroquias identificar el curso académico con la vida de la comunidad parroquial. Llegado el verano se desconecta de la eucaristía, de la vida comunitaria, del compromiso cristiano, etc. La formación es una parte de la tarea pastoral, pero esta dimensión no puede condicionar el resto. Da impresión, que ahora, comienza todo.

Esta fragmentación es un inconveniente para lo comunitario y la relaciones entre las personas. La principal consecuencia de esta ruptura es el aislamiento y la formación de grupos aislados. Solo la pedagogía del encuentro hace que nos sintamos miembros de la misma sociedad y también de la misma Iglesia.

La Iglesia, en consecuencia la parroquia, es una familia de hijos y hermanos gracias al bautismo y al espíritu que habita en ella. Por esto, en cada momento, debemos compartir lo que somos. Volver a Jesús para recuperar su palabra, sus gestos y su misión es la primera tarea de la parroquia. Cuando la Iglesia acoge a su Señor se hace discípula y misionera. Esta es su identidad. El Espíritu nos urge a darnos a los demás y a invitarlos a este encuentro con el Señor de la historia.

No podemos seguir manteniendo un cristianismo de ideas y fotocopias. Lo nuestro es una cuestión de vida, que condiciona nuestra manera de vivir y de situarnos en esta sociedad y en el mundo. De ahí la importancia de la cercanía, el encuentro y el acompañamiento. Somos cristianos todos los días, a todas las horas y en todas las circunstancias, como un hijo lo es con sus padres y sus hermanos a tiempo completo.

Por ello no podemos seguir alimentando una parroquia de cristiandad centrada en el culto y en los servicios religiosos que ofrece a unas personas totalmente desvinculadas de ella y sin ninguna repercusión para el hombre actual. Recuperemos la alegría de pertenecer a esta gran familia que es la parroquia, y a sentirnos miembros activos de ella. Y por cierto, feliz día de San Miguel Arcángel. Buenos días.

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