Buenos días
Es posible que una visión domestica de la vida se traduzca en nuestro espíritu en sensaciones placenteras. ¿O no? Pues para unos sí y para otros no. Depende porque cada cual cuenta la feria como le vaya en ella. El panorama laboral, la verdad sea dicha, es bastante descorazonador, es cierto, sin embargo, yo observo cierto afán acomodaticio en el personal. La gente quiero ganar dinero en poco tiempo. Hay trabajos, oficios, que han desaparecido o lo están haciendo a marchas forzadas, yo los echo de menos porque en mi juventud eran oficios necesarios y muy considerados en la sociedad: ebanista, carpintero…etc. oficios manuales que requerían talento, preparación, imaginación y en muchas ocasiones eran muy valorados artísticamente.
Y se han diluido en el universo de las nuevas tecnologías, en una sociedad que camina con el móvil pegado a la oreja, clamando a los 4 vientos cosas como que la comunicación hoy es mundial. Yo puedo estar hablando y ver a un amigo que está en Sidney (Australia) en tiempo real o que me cuente en directo su aventura otro amigo que está cazando cocodrilos en el Lago Titicaca. Esto es posible, como que uno vaya por la calle y se convierta de improviso en reportero de un atraco. Y salga en el Telediario. Es posible.
Pero estamos más solos, hablamos peor, ponemos más faltas de ortografía, apenas leemos, y vivimos en directo guerras atroces desde el sofá mientras saboreamos una Coca-Cola.
Seguramente hemos ganado mucho, pero también hemos perdido mucho. Quizá demasiado.