Vera CoteloBuenos mediodías, un martes más, desde los micrófonos de Cope Peñaranda. Esta vez desde la mirada de alguien que me dice: “Vera, siento que nada es suficiente que siempre falta algo”.
¿Alguna vez te has sentido así? ¿Cuántas veces después de lograr una meta en vez de disfrutar de ella te has sentido un poco vacío? Es increíble como reparamos, únicamente, en lo que no hemos conseguido, sin valorar nuestros esfuerzos; que ya son todo un logro.
Te invito a que pares a pensar, a que busques el origen de tu malestar y a que seas más agradecido contigo mismo. Es cierto que, más allá de la satisfacción de las necesidades fisiológicas y de protección , todos necesitamos de aceptación por los demás, de su valoración. La motivación de logro por el afán de superación, la motivación de poder por la necesidad de dejar huella o la motivación de afiliación por la necesidad de tener amigos están muuuy bien cuando ese afán de superación no se convierte en ambición desmedida. Hablo de que el deseo de lograr un objetivo no nos impida seguir en momentos de duda o desánimo, de que los objetivos sean realistas, de que nada nos entorpezca en otras áreas de nuestra vida y de que disfrutes los logros, los retos superados y lo que vives en el momento presente.
¡Qué fácil es decirlo… ¿Verdad?! Y cuánto de difícil es conseguirlo…pero sólo dependerá de lo que pongas de tu parte. De que no te aferres a la insatisfacción ni a que pase el tiempo, sino de lo que hagas con él.
Feliz martes, Peñaranda.
