Estamos en plena primavera, las temperaturas cada vez son más altas y desde la ventana de sus casas sentados en un escritorio, muchos jóvenes que se encuentran en estos momentos estudiando y dando ese último sprint, tienen cada vez más ganas de salir a disfrutar de ese sol que cada día llena de alegría las calles.
Rápido ha pasado el curso y todos aquellos que añoraban las vacaciones de verano en septiembre, ahora se encuentran dando las ultimas puntadas para lograr sus objetivos, en una época que comparada con el resto del curso se hará eterna, pero que llegado su final, podremos respirar en calma y sentir la satisfacción que solo da el trabajo bien hecho. Y es que a veces vemos todo muy oscuro, pero no nos damos cuenta que todo esfuerzo tiene su recompensa, una recompensa que no para todos es igual, pero que no por ello tiene menos valor. Cada uno da unos pasos y sigue unos caminos diferentes, a veces son más largos y otras veces son más cortos, pero en caminos como estos solo fracasa aquel que abandona.
Hoy me dirijo a todos aquellos que en estos momentos se encuentran entre libros y apuntes para lanzarles un mensaje de ánimo, porque ya va quedando menos para llegar a esa ansiada meta y que aunque parezca que cada vez se aleja más, no hay que tirar la toalla, ni dejar de esforzarse.