El Papa Francisco a través de la bula ‘Spes non confundit‘ nos invita a vivir el año 2025 como Jubileo de la Esperanza. El jubileo es un tiempo de alegría, reconciliación y renovación personal. El libro de Levítico habla del Jubileo como un reinicio del orden personal, social y religioso. Se trata de volver a la armonía deseada por Dios, entre la creación y la criatura.
Dios ha puesto la creación en manos de todos y todo debe volver después de 50 años a su origen. En el año jubilar, el pueblo de Israel devuelve las tierras, las deja descansar, y los distribuye de nuevo; se perdonan las deudas y se devuelve la libertad a los cautivos. Esto solo se comprende desde el amor de Dios a toda la familia humana.
En el siglo XIV Bonifacio VIII proclama el primer jubileo cada 100 años. Más tarde se pasa a 50 como marca la escritura y ahora se celebra cada 25 años para asegurar que todos tengamos la oportunidad de gozar y vivir este tiempo de gracia especial. Hay dos tipos de jubileo. El ordinario, que como indicamos, se celebra cada 25 años. Y el extraordinario que es convocado con ocasión de algún acontecimiento especial. El último fue convocado en el año 2015 por el papa Francisco como Jubileo de la misericordia. Y previsiblemente el próximo será anunciado en el año 2033 para celebrar la muerte y resurrección del señor.
El mensaje central del jubileo que estamos celebrando es la esperanza, que para la Iglesia es una certeza. Se trata de infundir aliento, ánimo y coraje en el desánimo, pesimismo y desaliento que hoy padecemos. Esta esperanza nace del amor de Dios. Dios nos mantiene en el amor y nos orienta hacia él. Así como dice el apóstol Pablo en su Carta a los romanos «nadie puede separarnos del amor de Cristo».
Buenos días Lauren Sevillano