Hoy es un día triste para el periodismo salmantino de una época que ya es historia. Ha fallecido Jesús María Corredera a los 70 años. Un tipo con el que conviví en esta ciudad en los años 80 imbuidos ambos en la marabunta de un periodismo apasionante y lleno de energía vital. En La Gaceta nos hermanamos, yo era un pipiolo que empezaba a desentrañar los secretos del periodismo de la vieja escuela, en el universo de aquel periodismo de linotipias, teletipos y maquinazas Oliveti. Una forma ya extinta de concebir la información. Un mundo en los cajones de la memoria que, sin embargo, sabía distinguir la verdad de la mentira y los periodistas utilizaban códigos deontológicos, hablo en general, más valientes y entendibles que hoy.
Jesús María Corredera, buena persona y gran intelectual, albense de corazón, se ha ido joven aún.
Y con él mi tristeza infinita por una amistad consolidada en tiempos de ilusionada bohemia en la pista, siempre resbaladiza, del periodismo.
Descansa en paz amigo.