Virginia SánchezHoy no es 8 de marzo, pero no es necesario que sea un día concreto para visibilizar los logros femeninos y continuar trabajando en favor de una igualdad real. Lo cierto es que me siento afortunada por haber nacido en una sociedad en la que las mujeres pueden elegir libremente su destino y ejercer profesiones como la de científica, escritora, política, deportista o cualquier otra actividad, si así lo desean. Todo ello es posible gracias a los logros sociales de los que disfrutamos en la actualidad y a la labor de numerosas féminas que, en el pasado, en todos los ámbitos de la sociedad y del conocimiento, lucharon por la igualdad.
Sin embargo, aún es necesario continuar trabajando para lograr una comunidad basada por completo en la igualdad jurídica y de derechos y por crear, entre todos, un contexto en el que se valore a la mujer y no se la vete en ninguno de sus ámbitos. Lo ideal sería una realidad en la que, sin conocer la edad, la religión, el sexo o el origen, seamos capaces de valorar las cualidades y capacidades de cada persona para contribuir en el crecimiento de nuestra sociedad.
Por todo ello, hoy, aunque no sea 8 de marzo, continuemos rompiendo barreras y ofrezcamos una mirada a modo de homenaje a todas aquellas mujeres que hicieron posible que en la actualidad disfrutemos de un ámbito más igualitario.
