Higinio OrgazSe cumplen ahora 40 años desde la desaparición del famoso consultorio de Elena Francis, la primera influencer de la era moderna. Dos oyentes me pidieron la semana pasada, medio en broma medio en serio, un comentario sobre la felicidad en el hogar. No soy experto, pero me parece buen tema. Intentaré complacerles siquiera sea como homenaje a la cubana Maruja Fernández, última locutora de aquel espacio femenino y de cuyo fallecimiento se cumple ahora el 23 aniversario. Antes que hablar de política… cualquier cosa.
Salvando las distancias, supongo que sonaría algo parecido a esto, pero, hoy y aquí, en Peñaranda de Bracamonte y a 9 de mayo de 2024. ¡Al loro! La felicidad en el hogar es uno de los pilares más importantes de una vida plena y satisfactoria. Crear un ambiente donde todos se sientan cómodos y queridos puede parecer un desafío, pero a menudo depende de actitudes y acciones que están completamente a nuestro alcance.
¿Qué nos puede ayudar a fortalecer los lazos familiares y hacer de nuestro hogar un lugar más feliz?. Pues veamos:
La primero, No renegar ni enfadarse por nada: Las quejas constantes pueden crear un ambiente tenso y desagradable. Tratad de mantener una actitud positiva y enfocar vuestra energía en resolver los problemas en lugar de lamentaros por ellos. Esta actitud no solo mejorará vuestro estado de ánimo, sino que también contagiará positividad al resto de la familia.
Después, No intentéis mejorar a vuestra pareja: Aceptar a la pareja tal como es, sin intentar cambiarla, es fundamental para una relación saludable. Respetad sus diferencias y celebrad sus cualidades únicas. Cuando aceptamos que cada uno tiene su manera de ser, podemos coexistir en armonía.
Por supuesto, No criticar: La crítica constante puede erosionar la autoestima y la confianza. Si necesitáis expresar descontento, hacedlo de manera constructiva y que siempre equilibre con comentarios positivos. Aseguraos de que las palabras ayudan a construir y no a destruir.
Una buena filosofía es dar muestras de aprecio sincero: Es esencial expresar gratitud y aprecio por las cosas que la familia hace por vosotras, grandes o pequeñas. Un simple «gracias» puede hacer maravillas para reforzar el amor y el respeto mutuo.
A continuación, Atenciones y detalles, claro que sí: Los pequeños gestos cuentan mucho. Un café por la mañana, una nota de amor, o simplemente un abrazo pueden hacer que la pareja se sienta valorada y amada. Estos detalles fortalecen los lazos y enriquecen la convivencia diaria.
No olvidéis ser atentos: Prestad atención a las necesidades y deseos de los demás miembros del hogar. Escuchar activamente cuando hablan, mostrar interés en sus actividades y estar siempre presente, son formas de demostrar que realmente les importa.
Otra buena ayuda es la lectura. Lea un buen libro: La lectura no solo es una excelente manera de relajarse y escapar del estrés diario, sino que también puede mejorar la empatía y comprensión hacia los demás. Compartir un libro o discutir sobre una lectura puede ser también un excelente punto de conexión con la pareja.
Finalmente, Ser felices al lado de la persona correcta: La felicidad es contagiosa. Estar con alguien que genuinamente hace que usted se sienta bien y apoyada, puede transformar su vida. Es importante elegir estar con alguien que comparta sus valores y con quien pueda construir un futuro juntos.
Siguiendo estas reglas, yo creo que se puede crear un ambiente hogareño lleno de amor, respeto y comprensión. La felicidad comienza en uno mismo y se extiende a aquellos que nos rodean, por lo que fomentar estas prácticas positivas en casa es un excelente punto de partida para una vida más feliz y satisfactoria.
En fin, espero haber estado a la altura de las circunstancias. ¡Que Elena Francis me perdone el atrevimiento! Ala, ¡a mandar!; y hasta otro día. Salud.
