Vera CoteloBuenos mediodías, un martes más, en los micrófonos de COPE Peñaranda. Hoy les hablo desde la mirada de la desconfianza. De cómo hemos llegado al punto de hacerlo hasta en nuestras acciones más cotidianas.
Ayer, escuchaba, en esta misma cadena, la noticia de que una vecina de una aldea de Ourense recibía un mensaje sospechoso por Whatsapp en el que acaba pillando al estafador. Muy bien, desconfió y por suerte no lograron engañarla. El suso dicho, se hacía pasar por el alcalde de la zona y solicitaba a los vecinos que le hicieran una transferencia o un ingreso por Bizum. En estos casos te hackean con un solo click. La vecina, desde la mirada de la desconfianza, se dio cuenta de que la forma en la que se dirigía el alcalde no era la de siempre, jamás le tuteaba y menos por Whatsapp.
Las estafas están a la orden del día y hay que poner en duda cada mensaje, cada palabra y cada notificación. Hace unas semanas, en la tarea de buscar empleo, a través de la plataforma de Linkedin, me engañaron. Sí, literalmente, me engañaron. Lo que parecía una oferta de lo más normal, de repente, se convertía en un mensaje automatizado para que yo me conectara a una reunión telemática. ¿Enserio? ¿Quién estaba detrás de todo esto? ¿Quién iba a recibirme en esa reunión? He de deciros que al principio me lo creí, pero cuando puse el foco desde la mirada de la desconfianza acerté. Acerté, que una vez más, sospechar es una buena opción.
Jamás pensaría que tener poca seguridad o esperanza en algo fuera, como digo, una buena opción, pero es que, en estos casos, no queda de otra.
Feliz martes Peñaranda. Anden con ojo.
Vera Cotelo
