Manuel AlbarránHola, Miguel.
Hoy es 3 de enero. Son estas las últimas horas para poder escribir las cartas a Sus Majestades los Reyes Magos. Yo, si se me permite, voy a hacer mi carta radiofónica, confiando en que Melchor, Gaspar y Baltasar, haciendo gala de su consabida magia, sean capaces de escucharme y concederme, al menos, un poquito de lo que les voy a pedir.
Mi carta, eso sí, es breve: solo pido responsabilidad. Y no la pido para mí, si no para todo el mundo.
Ojalá en 2025 todos fuésemos capaces de responsabilizarnos de nuestras tareas y obligaciones. Y, si en algún momento no cumpliéramos con ellas, fuésemos capaces de aceptar las consecuencias sin mayor sobresalto.
Ojalá fuésemos capaces de conocer realmente la relevancia de nuestra vida.
Quien es padre, es responsable de la vida de sus hijos; y eso es algo valiosísimo e importantísimo.
Quien se entrega los demás, es responsable del bienestar de sus prójimos; y eso muchas veces requiere grandes dosis de entrega silenciosa, trabajo en la sombra y humildad.
Quien trabaja de cara al público, es responsable de que haya un clima acogedor y humano en su entorno; algo que requiere de mucha paciencia y comprensión.
Y así podría seguir hasta describir todas nuestras vidas.
Ojalá todos recibamos de Sus Majestades los Magos de Oriente la capacidad de reflexión para ver cuán importantes son nuestras vidas -en casa, en el trabajo, en nuestros lugares de ocio, etc.- y fuésemos capaces de vivir responsablemente, para cuidar todo lo que pensamos, decimos y hacemos.
Manu Albarrán
