Todos sabemos que las grandes empresas contratan a los nuevos influencer para promocionar sus productos. Esto nos ayuda a entender por qué los artículos y alimentos que ofrecen son lo mejor para nuestra vida. Un influencer es una persona con capacidad para influir sobre otras, principalmente a través de la redes sociales. Esas personas que, unas veces son famosas y otras medio pensionistas, tienen una gran capacidad para orientar los gustos y necesidades de las personas en el mundo de la moda, de la belleza, los viajes, la comida y en el mantenimiento físico del cuerpo. Todos ellos ingresan grandes cantidades de dinero Algunos más de 100.000 € al mes. Llama la atención la cantidad de especialistas que aparecen en las redes sobre cualquier tema, ya sea de economía, salud, enseñanza, alimentación política y deportes e incluso de religión. Eso sí, casi ninguno es profesional. Pero todos con un poder especial para condicionar, persuadir y convencer. Sus videos, publicaciones y consejos, sirven para alimentar las redes sociales y cautivar a un gran número de personas, que en medio de tantas inseguridades necesitan certezas. Todo esto plantea un grave problema de manipulación. No podemos olvidar, que en este un mundo digital, están en juego grandes intereses económicos, que no buscan la verdad en la información, sino la rentabilidad y beneficios para sus empresas. Si estas prácticas están en auge y funcionan es por la capacidad que tienen todas estas plataformas, para controlar sutilmente el pensamiento y la voluntad. De aquí la necesidad de abrir bien los ojos y los oídos, para que en el bombardeo de propuestas no ciegue nuestra capacidad para decidir con libertad y responsabilidad.
Buenos días, Lauren Sevillano.