Fin de la primera fase de la Liga de Campeones 24/25. Nuevo formato. Liguilla de 36 equipos. Los 8 primeros clasifican a octavos y del noveno al vigésimo cuarto tendrán que jugar una ronda previa a doble partido para definir los enfrentamientos contra esos 8 que pasan directos. Del puesto 25 al 36, eliminados, ninguno disputará la UEFA Europa League, como sí lo hacían los terceros de cada grupo de 4 en el formato anterior. Aparentemente fácil de entender.
Sin embargo, en lo futbolístico, para el aficionado de a pie que se sienta martes y miércoles religiosamente ante el televisor a disfrutar de inolvidables momentos con amigos, pareja, o en solitario, creo que es un hecho que este formato se le ha hecho inabarcable. En una liga de tantos equipos es realmente complicado saber cuáles son las posibilidades de cada uno, ya que la clasificación no para de cambiar. En la ya extinta fase de grupos cambiaba, pero en grupos de 4 equipos se hacía mucho más fácil.
Ahora bien, seamos honestos. ¿Por qué se cambia este formato? ¿En qué o en quién ha pensado la UEFA? ¡Sorpresa! Creo que no se le escapa a nadie, en Don Dinero, una vez más. No ha pensado mucho en los clubes, ya que es más complicado acceder a octavos y no hay posibilidad de ir a la Europa League. Tampoco lo ha hecho en los futbolistas, los cuales llevan años quejándose de la carga insoportable de partidos que sufre el calendario y el riesgo de lesión que eso conlleva. Pues por si no fuera poco, les han añadido dos partidos más de la primera fase y esa ronda previa a octavos.
Pero, por supuesto, en quien no ha pensado la UEFA, es, como siempre, en el aficionado. Es un formato en el que, estoy seguro, por ejemplo, que cualquier aficionado del Real Madrid ayer, no sabía ni qué posibilidades tenía su equipo de entrar en los 8 primeros o de quedarse fuera y de que dependía. Por otro lado, es evidente que a mayor número de partidos, menos interés de los mismos.
Aparte de eso, esta sobrecarga de partidos tampoco beneficia al consumidor de fútbol, ya que si cada día tiene un partido de alto nivel que ver, su interés y la emoción con la que antes se esperaban este tipo de partidos disminuye enormemente. Por no hablar de que añadir partidos a la Champions deteriora las ligas nacionales ya que aumenta la ya kilométrica distancia entre clubes grandes y pequeños.
Como reflexión final, voy a comentar que la frase ‘el fútbol y los futbolistas ganan porque lo generan’ es un mito que se está desmantelando. El fútbol no genera de manera natural, el fútbol genera porque a costa de cargarse al aficionado, las instituciones que lo regulan están imponiendo un deporte artificial, gobernado por el dinero y donde cabe cada vez menos la emoción, la intriga, y en definitiva, donde cabemos cada vez menos todos nosotros. Por último, remarcar como hecho externo que la Real Federación Española de Fútbol tras varios días sin pedir perdón por el acoso sexual sufrido por las aficionadas del Mallorca en la Supercopa de Arabia Saudí, tachó de agobio estas prácticas y continuó diciendo que el formato fue un éxito, pero eso, es otro tema.