Los vecinos de Cantalpino han participado un año más en su tradicional marcha cicloturista. Una actividad que en esta ocasión, debido al calor, ha tenido que posponer un poco su salida. Los participantes, junto con sus bicis y cascos, han partido desde Cantalpino hacia el Molino de Poveda para realizar un pequeño descanso en la finca de Revilla. En esta parada de avituallamiento los asistentes han bebido agua para no deshidratarse y han degustado sandía.
Con las fuerzas cargadas han regresado a Cantalpino sobre las nueve y media de la noche. En esta ocasión han participado unas 70 personas de todas las edades en una actividad que cada año cuenta con más participantes. Desde el Consistorio cantalpinés agradecen el trabajo de los voluntarios para que esta marcha pueda desarrollarse.
Los vecinos concluyeron esta jornada con el espectáculo ‘No hay tiempo que perder’ ofrecido por el Gran Rufus en el Plaza de España a las diez y media de la noche.